Los miedos son una parte normal del desarrollo y son esenciales para los seres humanos. Sin miedo, no nos apartaríamos del fuego, de los precipicios o de alguien con una pistola. En general, los seres humanos tenemos miedo a lo desconocido y potencialmente peligroso. A medida que nos hacemos mayores, esto disminuye pero si pensamos en todas las cosas que pueden ser desconocidas y peligrosas para un niño(a) en edad preescolar empezaremos a entender porque en esta edad pueden tener tantos miedos. Algunos miedos comunes son el miedo a la oscuridad, a animales, a los payasos o personajes disfrazados, a estar solos… Pensemos además que durante los años preescolares, los niños tienen una imaginación muy activa y continúan teniendo dificultad separando lo real de lo imaginario, aumentando así las posibles fuentes de miedos.
Sofia tiene un par de dias diciendome que si uno se para delante de un «tazi» (auto) el auto te aplasta y te mata. O te arrastra y te mata. O te pega y te mata. Lo que sea, pero que te mata, seguro. A veces me lo dice onda comentario, otras me lo dice ansiosa y nerviosa.
Para ayudar a nuestros pequeños a combatir sus miedos, hemos de demostrarles que les entendemos. En vez de desmentir sus miedos y decirles que no son nada, probemos de ponernos en su piel y demostrémosles que comprendemos cómo se sienten; “veo que estás muy asustado cuando cerramos la luz, sé que puede asustar mucho verlo todo oscuro.» Podemos hacerles preguntas para ver qué es exactamente lo que les asusta y qué tienen en su cabecita; “¿Qué pasa cuando cierro la luz?” “¿Qué es lo que más te asusta de estar a oscuras?” “¿Dónde crees que hay monstruos?” Aunque las historias que nos cuente sean muy fantásticas, probemos de no minimizarlas o ridiculizarle sino simplemente escucharle atentamente.
Yo la calmo diciendole que por eso mismo ella camina de la mano de mama…
Igual que la imaginación les sirve para darles poderes mágicos a los objetos de su entorno, los preescolares también atribuyen poderes mágicos a sus padres. Aprovecha para darle mucho apoyo, seguridad y comprensión. Dile que tú siempre estás ahí para protegerle y que no vas a dejar que le pase nada. Los niños de esta edad creen que los poderes de sus padres pueden protegerles contra muchísimas cosas. Poder hablar contigo de sus miedos abiertamente, va a ser en sí una gran ayuda.
Si, note un par de veces que Sofia se maravilla cuando yo hago determinadas cosas
Piensen juntos en cosas que pueden hacer para aliviar sus miedos. Ya sea mirar debajo de las camas antes de ir a dormir, dejar una lucecita abierta o dormir con un osito u otro objeto querido. Dale el poder de decidir y pensar en soluciones para su miedo. También puedes proporcionarle explicaciones simples para ayudar a calmar sus miedos. Estas explicaciones pueden decirle cosas concretas que hacer cuando se enfrente al miedo. Por ejemplo, “los payasos son señores que van pintados y no quieren hacerle daño a los niños. Cuando veamos uno, si tienes miedo, dame la mano y yo te cuidaré y me aseguraré que no nos acercamos a él.”
Cuando ve ese tipo de personajes no siempre se asusta, pero si la veo asustada, mejor nos alejamos.
Cuando los miedos se basan en una experiencia pasada que ha sido real, no le mientas para calmarle. Por ejemplo, si tiene miedo de los médicos porque de pequeño tuvo que estar mucho tiempo en el doctor o el hospital, no le mientas diciéndole que no le van a hacer daño. Es mejor darle estrategias para sobrellevar el miedo. Asegúrale que siempre estarás con él/ ella, déjale llevarse un muñeco u objeto que le calme, háblale de lo que va a pasar y dale mucho, mucho cariño y apoyo.
Puedes ayudarle a afrontar algunos miedos de manera progresiva. Por ejemplo, si tu pequeña(o) tiene miedo del tren y sus ruidos, puedes empezar leyendo libros acerca de trenes y como funcionan, jugar con trenes y otros vehículos, pueden ver un tren en televisión, hacer un dibujo de un tren, jugar a hacer ver que van en tren y solo si se siente lista(o) aventurense a ir al tren juntas(os) – quizás con tapones en las orejas al principio hasta que se sienta más cómoda con sus ruidos. ¡Nunca le fuerces a enfrentarse a un miedo! Esto podría provocarle una reacción todavía peor. Sólo da pequeños pasos si ves que tu pequeña(o) los tolera. Juegar a hacer ver (juego de fantasía) que combate sus miedos es una manera ideal de practicar las habilidades que necesita para hacerles frente.
Intenta proteger a tu niño de cosas que engendran miedo, como películas en la televisión, el noticiero/ las noticias, imágenes en el periódico, etc. Los adultos estamos tan acostumbrados a estas imágenes que a menudo nos olvidamos del fuerte impacto que pueden tener en los más pequeños (¡y también en nosotros!)
Existen libros infantiles que hablan acerca de los sentimientos y otros específicamente que hablan de cómo combatir los miedos. Puedes usar estas lecturas para ayudarle. Cuando logre conquistar un miedo, celébralo por todo lo alto. Habla de lo mucho que ha trabajado para combatir su miedo y del gran logro que esto supone. Pero dile también que no pasa nada si tiene una recaída y que no dude en contártelo si es así.
Si crees que los miedos de tu pequeño(a) están interfiriendo con su vida diaria y su habilidad de disfrutar de las cosas, si le duran mucho tiempo o se hacen más intensos con el tiempo e influyen con su vida social (su habilidad de hacer amigos, ir a la escuela), es buena idea que hables con un profesional – su pediatra, un psicólogo o consejero – quien puede ayudarles a combatir los miedos para que tu pequeño(a) disfrute de una vida llena de gozos.
Lo bueno es que -en general- Sofia es aventurera y no miedosa…
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