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Inocentemente, las personas creen que los huracanes afectan únicamente a las ciudades costeras o cercanas al mar y no se prepara correctamente. El efecto (devastador o no) de uno huracán puede verse y sentirse a cientos de kilómetros de las costas. Y peor! pronto olvidamos lo que un huracán con fuerza puede hacer en una ciudad.
Wilma, un huracán tremendamente destructivo, pasó por México en 2005, serán 11 años en octubre. Y para 2005, ya habían pasado 18 años del anterior huracán destructor (Gilberto) así que es muy, muy fácil confiarse y no pensar que estar prevenido es lo correcto.
Prepara tu casa
Desde hoy, revisa tu casa, por el frente, por los fondos, costados y techo. Busca posible goteras, cristales frágiles o árboles altos que puedan caer sobre la casa.
Ventanas: Compra madera para cubrirlas completamente. Prepara las perforaciones en la pared, en donde fijaras el panel de madera. Una vez preparadas esas perforaciones y los paneles, fíjalos y comprueba que lo hagan de manera firme. Toma el tiempo para saber cuanto te demorarás en caso de emergencia. Deja tornillos, clavos, martillo y desarmadores (destornilladores) en un lugar fijo y conocido, al que todo adulto pueda acceder.
Puedes hacer una X con cinta canela para protegerte de los cristales en caso de que se rompan. Según algunos expertos esto es más peligroso que otra cosa pero ya va en cuestión de tus creencias.
Exterior: No dejes botes, recipientes u otros objetos que puedan volar con un fuerte aire e impactarse contra tu casa o casas de vecinos. Guarda todo o mejor, no acumules!
Tanque de gas: Si tienes tanque de gas, cilindro o estacionario, cuando empiece lo más fuerte, es mejor tenerlo cerrado y comer las últimas cosas frías que tengas en el refrigerador o cosas que no requieran ser cocinadas con gas, como atún y galletas.
No dejes de estar al pendiente de la próxima entrega: Ten un plan por escrito.
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