Marzo otra vez.
Marzo de Sexto grado para Maia. Su último marzo en primaria. Son muchos sus «últimos» en primaria. Y no puedo evitar recordar que en Marzo de su Sexto grado, Sofía perdió a su Abi. Y Maia. Y Leo perdió a su padre. Y todos lo perdimos.
El Abi que le traducía a Sofía palabras del español al maya. Y que se rio a más no poder cuando Sofía se enojó porque no existían palabras en maya para «dinosaurio» y «televisor». Vaya a saber qué pensaba su mente de 4 años.
Se cumplirán 5 años pronto.
Se me llenan los ojos de pensar que se nos adelantó demasiado pronto. De pensar como un desgraciado hijo de puta doctor del IMSS de la 510 de Cancún sólo nos hizo perder tiempo valioso. Y jamás le dio el diagnóstico correcto, el cual se los vino a dar el doctor de un humilde hospital de Valladolid. Espero que el karma se ocupe de ese Dr. desobligado.
Un desobligado hijo de puta.
Como podrán ver, el tema aún me sigue provocando odio e ira. Y no lo voy a procesar jamás, porque era un buen hombre que no merecía ni ese trato ni ese final.
Y en momentos así, cuando se cumplen estas fechas y coincide Maia en el Sexto grado que «era» sólo de Sofía (porque de las 2, sólo Sofía había llegado a sexto grado) me pone a pensar en todo esto. Es una sensación agridulce, de triunfo por un lado y de incertidumbre por el otro. Muchas cosas que se revuelven.
Marzo otra vez.
Y todavía no te puedo llorar como quisiera.
Se te extraña, Abi locochón.
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