La última noche que dormí sola y tranquila, fue la del 9 de mayo de 2005. La siguiente noche, a las 11 de la noche, estaría ingresando en la maternidad del Hospital Español (Ciudad de Buenos Aires, Argentina) y pasaría toda la noche dormitando entre contracción y contracción, esperando el nacimiento de Sofía, al día siguiente.
Sofía solo había pasado una noche sin mi: la noche del 16 de octubre de 2010, cuando pasé la noche en la maternidad, luego del nacimiento de Maia. Y Maia también pasó una noche sin mi, cuando alrededor de sus 2 años, su papá la llevó al pueblo y yo me quedé en Cancún sola con Sofía. Así que esta vez, fue la segunda noche de ambas sin mamá, de todas sus vidas.
Y este pasado 28 de enero, me tocó pasar mi primera noche sola, desde aquel 9 de mayo de 2005. Pasé la noche en un hotel capitalino, descansando antes de levantarme para el evento del StreamTeam
El hotel debería haberme otorgado algún tipo de premio porque no lo desordené y hasta les dejé la cama bien bonita 😛 Pero lo que más me gustó fue que estuvimos alojadas frente al monumento llamado «El Ángel de la Independencia» que siempre se me hizo HERMOSO.
Y si, debo decirles que me costó mucho dormirme, me sentía muy mareada (la bendita altura de CDMX), por la emoción del primer encuentro y la ansiedad de las pocas horas para descansar antes de volver a ver a todas las blogueras. Y por otras tantas tonterías que solo a mi se me podían ocurrir.
Pero principalmente, extrañaba a mi familia, aunque ya sabía que ellos ya llevaban un par de horas durmiendo tranquilos.
Mi suerte fue que el encuentro valió toda pena y superó por mucho mis expectativas.
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