Estamos a medio paso de Navidad y por todos lados es un bombardeo de publicidad de juguetes, juguetes y (no me van a creer!) más juguetes.
El tema en esta casa, está bien medido: 2 juguetes para cada quien. Y esto, tampoco es obligación. A último momento se suelen agregar algunos extras, pero ellas saben que pueden contar con 2.
Y Navidad es una época de consumismo desenfrenado. Nos guste o no, nos unamos o no. Y entre el remolino de 74 regalos debajo del árbol solo para ti, es fácil que un niño se maree, se vuelva insaciable y esto lo lleve a dar por sentado que 74 regalos bajo el árbol es algo normal y lógico y olvide ser agradecido.
Enseñando gratitud
Con Maia es algo difícil, porque más allá del «por favor» y «gracias» no salimos (aún). Con Sofía es muy distinto, desde hace tiempo tenemos hablado el tema de que no importa de donde vengan los regalos, si de papás, Santa o de una piedra mágica: todo se agradece, con buena cara y sonrisa y no se envidian regalos de su hermana o vecinitas. Hacerlo es garantía de perder todo lo ganado, lisa y llanamente.
Y no solo es decir gracias es sentir agradecimiento por ser reconocida por alguien, porque alguien pensó en ella y eligió algo especialmente para que fuera feliz. Soy una convencida que el sentir un verdadero agradecimiento, hace que disfrutes más del regalo recibido.
Que la familia coopere
Si tus peques tiene abuelos y tíos con la costumbre de llegar con muchos regalos para cada una, pídeles de la mejor manera posible que este año solo traigan un presente. La bonanza económica puede fallar algún año y tus peques se encontraran pasando de una Navidad opulenta a una Navidad sin muchos presentes y no comprenderán el cambio abrupto. Y si, habrá una crisis con berrinches y llantos incluidos. No digas que no te avisé.
Haciendo lugar para lo nuevo
Y si a pesar de tu pedido, sabes que llegará tonelada y media de regalos para tus hijos: paciencia. Buen momento para explicarles que se debe hacer lugar para lo nuevo y que juguetes del año pasado (y que estén en buen estado!) deben ser separados para entregar al Ejército de Salvación, iglesia cercana o cualquier otro centro de acopio de donaciones. Dar, es mejor que recibir. Y cuanto antes lo aprendan, mejor.
Intercambio de regalos
La mejor opción si la familia es grande y no hay posibilidad de comprar un regalo para cada quien. Y que los más peques se integren e intercambien regalos entre ellos o con los mismos adultos. Reúnanse en círculo, agradezcan sinceramente su regalo y no olviden tomar fotos!
Gratitud en todo momento
Mientras escriben la carta a Santa, mientras preparan la cena de Navidad, en todo momento, tus hijos pueden aprender sobre gratitud.
A las mías, les repito: «Bendito Dios que podemos tener esta casa, esta comida, un momento juntos celebrando» y Sofía, al menos, sabe que tiene que pedir por otros niños que no corren con su misma suerte.
Y ustedes? Cómo enseñan sobre gratitud a sus hijos?
photo credit: m01229 Wrapped Christmas Presents via photopin (license)
En casa siempre enseñé a mis hijas que los mejores regalos eran los manufacturados por ellas mismas. Así que guardo carpetas de dibujos y manualidades hechas con todo el cariño por ellas para mi.
Y para Navidad/Reyes (por aquí siempre hemos regalado para Reyes, no para Nochebuena o Navidad) les hacía pensarse muy bien que juguete pedir, sólo uno. Si después se encontraban con más, pues mejor, pero las leonas siempre me han pedido un regalo.
Más o menos hemos usado el mismo sistema y te confirmo que en nuestro caso ha funcionado para que aprendieran a ser agradecidas y pensar en los niños que no tienen.
Besos.
Un alivio leer un comentario así. Gracias Wen !!! <3
La gratitud es fundamental y en eso tengo que trabajar más con mi hijo. Acostumbrado a recibir casi todo cuando no le hace falta… Es un gran reto pero la verdad lo que más agradece es hacer algo conmigo, mucho más que cualquier regalo, así que seguro que lo consigo …
Seguro que si ! Esto es un trabajo de cada día del año!