Advertencia: Este post contiene spoilers del capítulo 8 «Catch» de la temporada 3 de la serie New Amsterdam.
Se contaran 3 historias, con 4 embarazadas distintas, ambas 3 de raza afroamericana, las que peores tratos reciben y quienes no están beneficiadas por las estadísticas y porcentajes.
La primera en ser presentada es Nia. Se la muestra en la labor de parto, alegre, cooperando para la llegada de su hija. Finalmente, se produce el parto, un parto respetado y sin complicaciones, todo es felicidad hasta que vemos la cara de incomodidad de Nia: su mano derecha está torcida contra su voluntad. Corte a una serie de estudios en donde se le informa a Nia y a su esposo que le descubrieron cáncer de tiroides. El tipo de tratamiento que recibirá (yodo radiactivo intravenoso) le obligará a pasar hasta 5 meses alejada de su marido y recién nacido. La escena es estremecedora.
Y para agregarle más estrés, sus intentos de amamantar no estaban funcionando y su frustración era palpable. Una asesora intenta apoyarla pero la bebé no logra prenderse del pecho. Abrumada, le pide a su marido que le dé el biberón.
Camino a la separación, la bebé intenta prenderse del pecho de su madre. Por fin, Nia puede amamantar a su bebé. Sonríe feliz. Le llegará una lucha difícil pero puede que ese breve momento de felicidad, de haber podido amamantar a su bebé, le acompañe y le dé las fuerzas necesarias.
El capítulo continúa con la sala de emergencia del New Amsterdam repleta de pacientes. Otras salas de obstetricia han sido cerradas y por ende, todas las embarazadas empiezan a ser derivadas al New Amsterdam. Aquí comienza la historia de Evelyn.
Evelyn está embarazada de su segunda bebé. Es una reconocida abogada que ha dedicado a cerrar las salas de obstetricias arriba mencionadas. No se explica si las ha cerrado acusándolas de discriminación, si le anticiparon que le harían cesárea sí o sí o qué, pero fueron cerradas por ella.
Evelyn, todo lo que quiere es un PVDC (parto vaginal después de una cesárea) porque su cesárea anterior fue realizada contra su voluntad y cree que podría haber parido vaginalmente y esta vez no va a permitir que nadie le diga lo contrario.
El problema se centra en que «según las estadísticas» las mujeres de color corren mayores riesgos en los partos vaginales, mucho más aún si vienen de una cesárea anterior. Ella insiste que lo único que quiere es un parto respetado, un parto vaginal y que no dará marcha atrás en su deseo.
Max le promete que se respetarán sus deseos a menos que sea totalmente necesario, le harán una cesárea. El racismo médico tiene una larga historia que Max no puede ignorar. Se está arriesgando bastante al dejar que nazca de forma natural a pesar de su puntaje de riesgo PVDC y prometiendo implementar una nueva calculadora. Cuando las complicaciones comienzan y todos los doctores deciden que será cesárea y el apuro comienza, Max interviene y pide que la paciente sea escuchada. Que en ella se use una calculadora como si fuera una mujer blanca. El riesgo es fuerte, la apuesta importante pero luego de unos instantes de duda, el bebé puede nace. Evelyn tuvo el parto respetado que deseaba. Max dice que se harán nuevas estadísticas propias del New Amsterdam para darles más oportunidades y diferentes tratos a las mujeres de color.
Los otros 2 partos no están relacionados con el parto respetado y son mas bien traumáticos, por lo que no tienen sentido ser detallados.
Muchas veces, incontable cantidad de veces, las madres son sometidas a cesáreas innecesarias. Informarse, tomar el curso psicoprofiláctico y contar con el consejo de una doula puede hacer la diferencia a la hora de pedir que se respeten tus derechos. Recuerda que la información es poder y que debes saber qué es lo que quieres para tu cuerpo, para el de tu bebé y para tu parto y su nacimiento.
Fotos cortesía de NBC
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