Y sin la ayuda de ningún truco de magia !!!
La adorable dama que ven en la foto de la izquierda es Nathalie Von Bismarck. Ella esta casada con Carl-Eduard von Bismarck, quien es tataranieto de Otto Von Bismarck, el famoso estadista alemán. Forman parte de la elite europea y se codean con ricos y famosos. De hecho, en esta foto, están en la alfombre roja del Festival de Cannes.
Volviendo a la señora en cuestión. Ella, en su libro «Invisible» cuenta que…
Todo empezó con el aumento de peso, como todas las mujeres durante el embarazo. Para cuando terminaba el cuarto mes, ya parecía que estuviera a punto de dar a luz. Mis hábitos alimenticios no habían cambiado mucho, mi problema era que tenía gran cantidad de agua retenida. Las mujeres embarazadas son realmente muy bonitas con su barriga, pero en mi caso, yo no podía reconocer que estaba esperando un hijo, parecía un globo.
Le pregunté a mi médico: ‘Dios mío, ¿qué es? ¿Qué será de mí?‘. Habló de una reacción alérgica, un tipo de diabetes gestacional. Nunca había visto una cosa así, me comentó. Las mujeres ya nos sentimos gordas cuando subimos dos kilos ¡y yo subí 50!. En mi mente, todavía estaba delgada, pero luego me miraba en el espejo y pensaba: ‘¿Quién es esa mujer?’.
Ya no podía ver mi cuello, mis pies desaparecieron bajo mi vientre, incluso mi nariz estaba deformada. Apenas podía moverme. Me avergonzaba estar delante de mi marido, sólo llevaba largas túnicas, atenuaba las luces en el baño y al llegar de la calle, me iba directo al dormitorio, a esconderme debajo de mi manta. Para mi marido, nada había cambiado, me decía: «Te ves hermosa, estás embarazada«.
En las cenas que organizábamos en nuestra residencia, me encontré rodeada de miradas del tipo «Bueno, vamos a ver cuanto es lo que come» o «Su plato está casi vacío, ¿comerá poco y luego correrá a hacerlo en la cocina?» La gente me miraba tan intensamente que hasta podía oírles susurrar, literalmente, a mis espaldas y yo solo podía pensar que estaba «entre amigos».
He elegido este título porque en realidad se puede llegar a ser invisibles para la sociedad: como una persona gorda se da cuenta de que ya no hay lugar para ella y es excluida.
Momento de cambio
Ya nacido mi hijo, el día que use el inodoro y éste se rompió porque no pudo soportar mi peso, decidí que ya había sido suficiente.
Los grandes diseñadores habían dejado de enviarme sus vestidos hacía ya mucho tiempo y las supuestas «amistades» me habían dado la espalda.
El libro habla de cómo recuperé mi figura. Tardé un tiempo. No quería que todos pensarán que había pasado por el quirófano o tomado pastillas de dieta. La dieta fue libre de carbohidratos y perdí 54 kilos. Fue un cambio tan rotundo que muchos conocidos pasaban delante de mi y no me reconocían. Una vez que lo hacían, yo solo me limitaba a sonreír ante sus halagos (¿o falsos halagos?).
Irónicamente, una semana luego de volver a la talla previa al embarazo, Nathalie descubrió que estaba nuevamente embarazada. Otra vez se repitió la pesadilla de los 50 kilos, sin que nada ni nadie pudiera ayudarla. Ella asegura que volvería a pasar por todo esto:
Ahora estoy en una etapa de descanso, pero siempre he deseado tener 4 hijos y la idea de tener gemelos en algún momento, me resulta atractiva.
Me pareció una buena historia para compartir, y dedicárselas a aquellas mamás que no quedan conformes con su figura postparto. Cuando hay voluntad, muchas cosas que parecen imposibles, no lo son tanto.
Un especial agradecimiento a Paola, de Mami Kanguro, que me dio la vuelta de tuerca que necesitaba para encontrar el título para el post.
Más info
– «Invisible» en Facebook
Creo que yo me sentiría muy identificada con ese libro. Gracias por compartir.
De nada preciosa!
wow QUE historia !! asi q los riquillos tambien hablan a espaldas de otros? jajajaj lo suponia!
inocente palomita!!
Vivi! este post me toca muy de cerca, ya que hace poco perdí 21 kilos que me quedaron de mis tres embarazos y mi mala (pésima) alimentación y sedentarismo. Es como dice esta mujer: hablan por detrás tuyo, te observan como si fueran un fenómeno de circo, en la calle me gritaban cosas feas, no me paraban los taxis, los autos no frenaban, ni hablar de comprar ropa: solo por internet podía hacerlo. Hoy, todo eso ha cambiado, y no dejo de pensar en lo falso que suena qué linda estás!!! porque la belleza no está afuera, lástima que pareciera que nadie lo ve.
Excelente, Vivi.
Asi es Pao: es gente frívola que se pierde de ver que hay más alla de la figura…
Puff…! Qué duro!
Yo engordé 19 kilos con mi embarazo y tras dar a luz me quedé con 13 kilos que se acabaron yendo al año y medio de parir. Durante ese año y medio tuve que sufrir muchos comentarios y burlas por mi nueva «silueta» y lo pasé realmente mal
La gente es horrible, realmente.
bueno, de mi nadie se daba cuenta q estaba embarazada o temían preguntar. Es mas, mil veces me dieron el asiento en bus xq pensaban que estaba embarazada y no era así!
Yo quedé embarazada con 10kgde más de mi primer hija, y subi 16. A los 10 días había bajado 8kg, pero a los 6 meses ya había subido 12
Asi hasta ahora, que con 15 o 17 kg de mas quedé embarazada otra vez… y llevo subidos 5… no tengo idea como quedaré después. A mi no me trauma lo que piensen xq fui gorda toda mi vida, y ya no hay nada que me sorprenda. Pero es muy duro y triste sentirse así… ojalá que después de este bebé, tenga la voluntad de cuidarme para tener un peso saludable…
Es compromiso con una misma, Lis, te tenes que comprometer a cuidarte y no solo por lo estético, la obesidad nunca puede ser buena!