Siempre tuve en claro que eres madre hasta el día de tu muerte. Y aún así, he leído muchos testimonios de personas que se salvan de una situación de riesgo o inseguridad porque soñaron con su mamá, y en sueños su madre les decía que no fueran a tal o cual lado con tal o cual persona.
Ahora, el testimonio de la inglesa Ada Keating, de 98 años, me deja muda! Ella se fue a vivir una residencia para adultos de Liverpool para cuidar de su hijo Tom, de 80 años. Según detalla el periódico español La Vanguardia, Tom necesita cuidados especiales y mucha atención y ella ya no se los podía dar en su casa.
Todos los días voy a la habitación de Tom a darle los buenos días y las buenas noches. Cuando salgo a la peluquería, él está pendiente de mi regreso y cuando vuelvo me recibe siempre con los brazos abiertos para darme un abrazo. No importa la edad, nunca dejas de ser mamá, insiste Ada.
La mujer enviudó hace muchos años y Tom nunca se casó, así que se tienen el uno al otro. Estoy feliz de ver a mi madre todos los días ahora que ella vive aquí. Ella es muy buena cuidando de mí, cuenta Tom agradecido.
¿Qué no hace una madre por su hijo? Evidentemente, lo hacemos todo por ellos.
Estas historias me emocionan. Hace años, trabajando para el ayuntamiento de mi ciudad, contacté con una mujer de 91 años que cuidaba, ella sola en su casa, a su hija de 68 con Alzheimer. Se me saltaron las lágrimas cuando su madre tuvo que firmar por ella los documentos que yo le llevaba, la hija era incapaz de agarrar el bolígrafo.
Besos.
:'(