Según la creencia del pueblo, el día primero de noviembre se dedica a los “muertos chiquitos”, es decir, a aquellos que murieron siendo niños; el día dos, a los fallecidos en edad adulta. Para los chiquitos, el 31 de octubre al mediodia, las iglesias hacen sonar sus campanas para guiarlos de regreso.
Luego, se comienza con el armado del Altar de muertos, si es que aún no se tiene preparado. Así, se dice que primero se celebra a los niños, porque como son más pequeños, corren y llegan antes que los adultos, los cuales llegan para el 2 de noviembre. Y desde el crepúsculo del 1 de Noviembre hasta el anochecer del dia 2 el Altar es de nuevo alumbrado y es el tiempo de la vigilia para los adultos que han partido.
En la celebración de los ‘muertos chiquitos’, es común visitar los cementerios y llevar flores, juguetes y alimentos favoritos de los niños fallecidos como una forma de recordarlos y honrar su memoria. También se realizan altares y se encienden velas en sus honor. Además, en algunos lugares se llevan a cabo procesiones y desfiles, donde las personas se visten con trajes coloridos y calaveras de azúcar como símbolos de la festividad. También se pueden encontrar representaciones artísticas y obras teatrales relacionadas con la temática de los ‘muertos chiquitos’.
En algunos lugares del país el 28 de octubre corresponde a las personas que murieron a causa de un accidente. En cambio, el 30 del mismo mes se espera la llegada de las almas de los “limbos” o niños que murieron sin haber recibido el bautizo.
Este próximo 31 de octubre, no olvides hacer una oración o tan solo recordar a los ‘muertos chiquitos’ que partieron de este mundo.
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Soy Viviana y escribo en este blog desde el 2005. Mamá de Sofía (2005) y Maia (2010). Doula certificada, Social Media Mom, Escritora Freelance & WAHM.
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