Nueva Fatalidad: 2012, el fin? No… (Parte I)

Como empiezo a hartarme del supuesto fin del mundo del 2012 y como aun faltan 2 años para seguir escuchando bobadas, les dejo este articulo en 3 partes.
Gracias a Pato por pasarmelo. L averdad, leerlo me tranquilizó y me hizo razonar muchas de las cosas que son obvias y que uno pasa por alto.
El mundo no se acaba. 2012 es una pelicula sensacionalista, espectacular en sus efectos, pero no deja de ser eso: una pelicula. Asi que no se paniqueen. Vivo en territorio maya, y aqui mas que en ningun lado se sabe y se entiende que ellos no hablaban del fin del mundo en el 2012. Lean con atencion, por favor…

“¡Saquen sus reposeras… que aquí vienen de nuevo!”

Faltan casi cuatro años, pero los medios de comunicación se están preparando para asustarlos a muerte (por si alguien no se dio cuenta). El tema es la cuestión del 2012, y es una cuestión demasiado candente para dejarla en paz o esperar que esté más cerca. Después de todo, hay Viagra, jabón y coches por vender, y en esta economía los comerciantes están clamando para que esto suceda.

Hace unos meses, en mis seminarios les dije a los asistentes que se preparen para la avalancha de películas y documentales sobre el 2012 en los cines y en televisión, todos los cuales estarán sensacionalmente basados en el miedo. Bueno, ya están aquí.

El History Channel ha lanzado la “Semana del Armagedón”, una semana llena de documentales nuevos, pulidos, en Alta Definición, sobre los profetas del final de los tiempos y lo que han dicho acerca del 2012, el año que supuestamente contiene la próxima destrucción del planeta.

Yo pasé casi 30 años haciendo publicidad al por menor para la radio y televisión. He producido más de 4.000 anuncios musicales para la radio, numerosas bandas sonoras para documentales y algunas películas, todo ello antes de Kryon, por supuesto. Conozco perfectamente cómo piensan estos tipos, y quería compartir con ustedes algunas cosas que tal vez no sean evidentes.

Está por ocurrir una gran alineación. Se llama la Alineación Galáctica y es el final de un ciclo astronómico de aproximadamente 26.000 años.* Aunque es un hecho astronómico, la energía que circunda la alineación está basada en la astrología. La astrología es la ciencia más antigua del planeta. Nostradamus fue un astrólogo, y también un alquimista (boticario), o farmacéutico de lo “oculto”, de su tiempo. (Esto hizo que lo expulsaran de la escuela de medicina.)

Si leen acerca del verdadero Nostradamus, encontrarán que en realidad no se lo respetó mucho ni como profeta ni como astrólogo, por lo menos mientras vivió. Hizo astrología bastante al azar, y a menudo, las cartas para sus clientes le salieron totalmente erradas. Se casó con una viuda rica, tuvo varios hijos, y fue libre para escribir algunos libros de sus “cuartetas”. Su relación con la iglesia era buena (era un devoto católico), y de hecho obtuvo permiso del obispo para publicar parte de este trabajo. Pero siempre les temió a los fanáticos religiosos, por lo que camufló sus escritos con sintaxis “Virgilianizada” (sintaxis del poeta romano Publius Vergilius Maro), juegos de palabras y una mezcla de otras lenguas como el griego, italiano, latín y provenzal (un idioma único del sur de Francia), a fin de ocultar los verdaderos significados.** Esto hizo muy oscuras y confusas a sus cuartetas, fomentando la capacidad para que casi cualquiera las interprete según su propio entendimiento, lo que ha sucedido una y otra vez.

Hoy en día, sin embargo, él se sitúa como centro de mesa del quién es quién de la fatalidad. Por suerte para nosotros, ese libro de referencia es muy pequeño, pero él es el muchacho para nuestra era, así como el campeón de “todo lo malo que va a suceder”.

He aquí mi postura respecto a todo esto: Esta Alineación Galáctica está próxima. Siempre ha estado viniendo, y los antiguos hablaron de ella. Mucho antes de la época de Nostradamus, muchas culturas escribieron sobre ella. Los egipcios lo sabían, e incluso alinearon sus pirámides con las estrellas. Entre otros que sabemos que las conocían están los hopi, los aztecas, los toltecas, los druidas y los incas. Los mayas desarrollaron su calendario sin la ayuda de Nostradamus y lo finalizaron el 21 de diciembre del 2012 (justo antes del 2013). Así que la Alineación Galáctica es real, y casi todas las culturas que escribieron sobre ella predijeron un gran cambio. Por cierto, “gran cambio” ahora se interpreta como “el final”.

Yo estuve en el mismo lugar donde trabajaron los mayas. Estuve en Xochicalco, México, en 2007, a unos 38 kilómetros al suroeste de Cuernavaca. Es allí donde conocí a Jorge Baez, un estudioso que ha duplicado realmente mucho de lo que los mayas estuvieron viendo en los mismos observatorios que utilizaron en esas excavaciones arqueológicas. En una de las paredes de una pequeña pirámide, los mayas escribieron glifos de lo que habían descubierto y a qué se referían el gran cambio y los ciclos de energía. En ninguna parte indicaron que la tierra estaba llegando a su fin. Más bien, hablaron de que regresaría una de las vibraciones más elevadas que jamás hubiese visto la Tierra y que se amplificaría. Se iba a alinear con la Alineación Galáctica en diciembre del 2012 (sus cálculos). ¡Yo estuve allí e hice traducir los glifos! Eso es lo que dicen.

Jorge Baez ha escrito uno de los primeros de muchos libros sobre el 2012, llamado La Energía Vital del Movimiento: El Secreto del 2012. (Solamente está en español por el momento.) Pero sus conclusiones fueron las mismas que las de los mayas: que se aproxima un cambio y que va a representar un lento cambio de la conciencia humana. Los otros cambios que predijeron (según el libro de Jorge) mostraban los altibajos de los ciclos que identificaron y que ahora han sido correlacionados con las edades oscuras y el Renacimiento de nuestro pasado. Ese es el tema de su libro. Él también puede leer lo grifos de los mayas (lo hizo para mí), y sus predicciones se refieren a la vibración de Gaia, no a la catástrofe. Opino que este cambio ya comenzó.

El calendario maya terminó allí. Muchos hacen mucho alboroto al respecto. ¿Qué tal si eso no fue intencional? Deben saber que los mayas nos dieron algunas profecías menores sobre fechas que iban más allá del 2012 (con fechas escritas en el estilo de su calendario). Está claro que ellos no habían terminado el calendario o no lo habrían hecho. Las razones de su desaparición aún se desconocen hoy en día, pero sucedió rápido. ¿Y si no habían terminado en absoluto? ¿Y si lo que sea que eliminó tan rápidamente su civilización también detuvo su calendario? Pero como se detiene en la Alineación Galáctica, es fácil decir que es el final de los tiempos. Sin embargo, nosotros decimos que es el final de un tiempo viejo y es el comienzo de una nueva conciencia para el planeta… información maya.

Por cierto, hay algo más de lo que no se habla: Esta alineación del 2012 realmente está fuera de alineación por unos 5,5 grados. Se ha calculado con mayor detenimiento en los últimos años utilizando computadoras y telescopios modernos, y (¿están listos?) ¡Ya sucedió! Eso se debe a un error en los cálculos de los mayas. Ellos dijeron que el evento ocurre cada 25.627 años. En realidad ocurre cada 25.800 años, no está nada mal para calcularlo sin tener telescopios, ¿eh? Así que la fecha del 2012 no es una alineación exacta en absoluto. Está cerca, pero un poco fuera de alineación. La alineación precisa del punto del solsticio (el punto central exacto del cuerpo del sol, visto desde la Tierra) con el ecuador galáctico, se calculó que se produciría en 1998 (Jean Meeus, Bocados de Astronomía Matemática, 1997). ¿Sucedió algo importante entonces? Yo diría que sí… ¡Algo como la caída de la Unión Soviética!

¿Tendremos cambio? ¡Sí! Ya lo estamos experimentando. ¿Catástrofe y fatalidad? No según los escritos de los mayas. Con toda justicia a los otros que construyeron Xochicalco, los toltecas y los aztecas también hicieron sus observaciones, y también conocían las estrellas. Ellos contribuyeron a aquello por lo que los mayas finalmente obtuvieron el crédito: un mensaje esotérico muy edificante sobre el 2012.

Ahora bien, eso no lo vieron en el History Channel ni en el Discovery, ¿no es cierto? Las buenas noticias no venden. ¡Qué lástima!

Continuará…