Maia y su collar de ámbar del Báltico para la dentición

Cuando Sofía era una bebecita de pocos meses, hace 6 años atrás, en un foro de maternidad español, leí a una mamá que promocionaba a los collares de Ámbar del Báltico para las molestias de la dentición, como un producto muy efectivo. Su bebé lo había usado y se habían acabado sus molestias.

Sofía tuvo cero problemas con la dentición, así que leí ese post y lo olvidé.

Cinco años y medio después, lo recordaría cuando Maia empezó con sus molestias. Cada diente fue su pequeño martirio, pero lo fuerte fue con el cuarto diente… que no solo era el cuarto… en un par de días, los 4 dientes inferiores, fueron acompañados de los 4 dientes superiores, que salieron todos al mismo tiempo… pobre mi reinita!

Y parece que todo se estanco a los 9 meses… pero ya tiene unos días en donde se introduce su dedidto, como si quisiera alcanzar las zonas de las muelas, no es extraño que terminé con tos, de tan adentro que mete su dedito. Se imaginarán que no estábamos para nada tranquilos.

Y un buen día, veo que una de mis amigas de Facebook tenía como favoritas una página de… collares de ámbar del Báltico !!!. Todas esas buenas recomendaciones regresaron a mi mente, y sin perder tiempo, visité la página.

Gugú: Collares de Ámbar del Báltico para Dentición, están diseñados especialmente para el bebé, porque las cuentas viene anudadas de una en una, para evitar que estas se suelten y sean ingeridas por el bebé.

No es una mordedera, es una joya. No tiene fecha de caducidad y se puede pasar de generación en generación.
Es la manera más natural que existe hoy en día para tratar los dolores de la dentición. En Europa este método se ha utilizado por años y ahora está en México.

El Ámbar del Báltico es el único que contiene ácido succínico, sustancia a la que se le atribuye la propiedad de reducir y calmar las molestias que la dentición ocasiona, tales como: temperatura, diarrea, exceso de saliva, etc.

Solo hay que tener algunas mínimas consideraciones para con su cuidado y checar que el bebé lo tengo todo el tiempo pegado a su piel, y no que quede por encima de su ropita.

Maia redujo notablemente las visitas de su dedito a su boca y ya no depende tanto de las mordederas. Ahora se nota que lo que lleva a la boca es por pura «exploración» y no por alguna molestia en sus encías.

La salivación en exceso también va quedando atrás y como plus, tengo a mi bebecita de casi un año, con una preciosa joya en su cuellito.

Espero que mi tip les sea de utilidad en algún momento, o puedan transmitírselo a alguna mamá que este preocupada por el sufrimiento de su bebé con los dientes.

Para más información y compra: Gugú: Collares de Ámbar del Báltico para Dentición en Facebook o por email a gugu.ambar@gmail.com