Me ha tocado leer desde hace un par de semanas hasta el día de hoy, muchos posts sobre «lo triste que será esta Navidad», «¡Cuantas mesas vacías esta Navidad!» y otros razonamientos similares.
Que sea una Navidad distinta, es también parte de nuestra responsabilidad. Se nos está pidiendo que no hagamos reuniones grandes porque una de las formas más seguras de contagiarse en una reunión en donde estamos todos hablando y abriendo la boca. El razonamiento no parece difícil, pero hasta el día de hoy, miles y miles no lo entienden.
Claro que faltará gente en la mesa de muchas familias. Gente que, de no ser por esta pandemia por Coronavirus, seguirían con su vida y su rutina diaria. No importa si se cuidaban o no, si pagaron justos por pecadores. Es gente que faltará y la mejor manera de recordarlos y honrarlos es cuidarnos nosotros mismos e insistirles a nuestros seres queridos que continúen tomando sus precauciones. Porque, aunque mañana mismo recibamos la vacuna, estas medidas de sana distancia cubrebocas e higiene permanente en las manos van a continuar por mucho tiempo más.
Entonces, ¿tenemos que celebrar en esta Navidad?
Navidad 2020: Cuenta tus bendiciones
Claro que si! Cuentan tus bendiciones! Un techo sobre tu cabeza, una porción de comida en tu plato, ropa para usar, calzado en tus piecitos… Sigo?
Sí, yo quisiera tener a la bisabuela de las niñas en la casa, alegrándola luego de la muerte de su compañero por más de 50 años… Quisiera una mañana de recalentado con amigos como antaño, visitar a las amigas de Maia… y nada de eso tendremos, pero estaremos los cuatro juntos, festejando. Miren hasta que punto queremos festejar que compramos una piñata y dulces para nosotros cuatro. Y bueno, también incluimos a mi suegra y a mi cuñada, porque viven frente a casa y el intercambio es frecuente.
Y hablando de piñatas, ¿hay criaturas en tu casa? Ellas son las que más pedirán festejar! Es el punto cúlmine luego de un año sin sus compañeros, sin su escuela, sin su maestra y sin otras actividades relajantes. Aquí hemos dejado de lado viajes, regalos y celebraciones importantes. Y lo han tomado de buen grado porque les expliqué que a otras criaturas les tocó vivir entre las Guerra Mundiales, o sequías, hambrunas, etc. Y a ellas, les tocó la pandemia por Covid19. Así son las cosas. Así que tocaba guardarnos y esperar una solución.
Hagan videollamadas con la familia, en especial, con los adultos mayores. Que los más peques (y los no tan peques) escriban cartas y hagan dibujos para ellos. Se valen adornos simples y con toque casero!
Entonces, por ellas queremos celebrar, festejar, esperar a Santa Claus, reírnos porque se quieren ir a dormir temprano (luego del brindis) para que llegue la mañana de Navidad… las cosas de cada año. Y con mucho agradecimiento, por poder estar juntos y en familia.
Ya suficiente es estar encerrado y sin poder reunirte con familias y amigos. Entonces, no dejes que esta noche del 24 de diciembre pase entre las sombras. Si no hay mucho ánimo de hablar y festejar, cenen mientras ven una película en la TV y hablen de como quieren festejar la próxima Navidad. Hagan planes, regálense dibujos, hagan algún juego tonto para que levante el espíritu de la tropa. Y que en 20 años, no tengas que escuchar a nadie diciendo «mi Navidad del 2020 fue la más deprimente de mi vida». Que sólo hablemos de lo distinta que fue y de como le encontramos otro sentido y una nueva definición a la unión familiar.
Cuenta tus bendiciones. Tienes muchos más que otros.
Feliz Navidad!
Imagen | Shutterstock
Leave a comment