Iniciando el mes de febrero, una ya no sabe qué carambas enviar en el lonch escolar. Pero hay algo que sé con toda la seguridad del mundo, que no voy a volver a enviar: uvas. Y la explicación está en la imagen que encabeza éste post.
En la radiografía se ve la garganta de un pequeño de 5 años obstruida por una uva. Es una imagen sencillamente escalofriante. Esto pasa porque el ancho de una uva es del mismo ancho de las vías respiratorias de tu pequeño. Y no hace falta agregar más que eso para darte cuenta de lo peligrosa que resulta esa combinación.
El peque de la foto corrió con suerte: La uva no alcanzó a tapar por completo sus vías respiratorias y pudo recibir el auxilio necesario. Su mayor consecuencia será no querer acercarse a las uvas por algún tiempo.
Pero no quiero dejar de enviar uvas!
Las uvas son deliciosas y una perfecta combinación para el recreo escolar. Si vas a enviarlas debes cortarlas a la mitad a lo largo. Tomates tipo cherry deben tener el mismo tratamiento. No olvides que los pequeños comparten el momento de comer con otros niños y en su afán de continuar jugando o participando de una conversación, no mastican adecuadamente y estos atragantamientos pueden ocurrir en un abrir y cerrar de ojos. Hay que educar a los peques para que coman y mastiquen adecuadamente y luego correr a jugar y que todo al mismo tiempo no solo es imposible: es peligroso.
Otros alimentos que pueden causar atragantamientos
– Palomitas de maíz
– Salchichas
– Nueces y otras semillas
– Pasas de uvas
– Goma de mascar
– Trozos de carne
– Trozos de queso
Con éstas precauciones y un recordatorio a tu peque, podrá disfrutar de su lonch sin tener que estar viendo por sobre su hombro si todo está bien. Aquí en casa, dejaremos las uvas para el snack de la tarde y a la escuela enviaremos otra cosa.
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