En una semana, al menos aquí en México, comenzará un nuevo ciclo escolar y -por mucho que nos cueste- ya debemos tener instaurada una rutina de descanso. So pena de estar como zombies durante la mañana y olvidar tareas, olvidar niños y olvidar pendientes laborales.
Cuesta pero es indispensable y aquí unas ideas para maximizar el descanso.
Rutina de descanso para el regreso a clases
Hora del baño: Esto queda a consideración de cada familia. A algunas les funciona bañarse antes de la cena, a otras les funciona hacerlo en el último tramo de la tarde. Sea cual sea tu elección, el baño tiene que ser visto como un momento de descanso, relajación y preparación para «bajar los decibeles» y no debe faltar bajo ningún punto de vista.
Tip: Usa productos con lavanda, que favorecen la relajación de pequeños… y adultos!
Adiós pantallas: Al menos, una hora antes de la hora de dormir, se debe apagar cualquier tipo de pantalla, desde celulares, hasta televisores. Si tus peques y ustedes están acostumbrados a cenar con la tele encendida, es momento de apagarla y volver al diálogo en familia.
Tip: Comenten entre ustedes la rutina del día siguiente. Muchas veces, así nos damos cuenta de pendientes olvidados.
Cena liviana: Nadie puede descansar a gusto si cenó una parrillada completa. Busca opciones para la cena que sean livianas y no impliquen despertarse a medianoche con pesadez o malestar estomacal.
Tip: Deja para los fines de semana o para el mediodía las nuevas recetas o platillos exóticos.
Más temprano a la cama: Gradualmente, envíalos más temprano a la cama. Desde una semana antes del regreso a clases, envíalos 15 minutos antes a dormir. A la noche siguiente, media hora antes. Así, hasta alcanzar el horario deseado. Recuerda que se recomiendan 8 horas completas de sueño, pero los más peques pueden necesitar entre 9 y 10 porque -nunca olvides- el descanso y buen sueño también los nutre y hace crecer.
Tip: No les exijas dormirse de inmediato. Explícales que es suficiente estar acostados y relajados, que el cuerpo entiende que llegó el descanso y comienza a «desenchufarse».
Mantén el horario, incluso, fines de semana: Si tus peques van a la cama entre semana a las 8 de la noche, no permites que los fines de semana trasnochen. El reloj biológico es de un delicado equilibrio y estos desajustes los cobra caro. Viernes y sábados, no permitas que retrasen su horario habitual más allá de una hora.
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