Empecemos aceptando la realidad: Usamos la esponja hasta que la fibra se desarma. Realmente, no lo vemos como un artículo de primera necesidad y la usamos hasta que ella o nosotros decimos BASTA.
Y mientras no se usan, cada quien tiene su método de conservarla: en un bote con agua y jabón, lavarla inmediatamente después de su uso con cloro (lavandina) hirviéndola o metiéndola en el microondas o al lavavajillas. Y parece que nada de esto sirve para matar las bacterias. Muy por el contrario.
Investigadores de la Universidad de Furtwangen (Alemania) publicaron su informe en la prestigiosa revista Scientific Reports: Las esponjas de cocina tienen una cantidad de bacterias equivalente a la de un inodoro. De hecho, un solo centímetro cúbico puede alojar hasta 50.000 millones de patógenos; más incluso que los que se hallan en el baño.
En el análisis, detectaron la Moraxella osloensis, la bacteria responsable de llevar mal olor y que podría causar infecciones en personas con sistema inmunológico débil. A su vez, entre otras, encontraron la Campylobacter, una de las más comunes, causante de enfermedades diarreicas, y la Escherichia coli, uno de los patógenos más asiduos en los hombres, ya sea en la producción de infecciones gastrointestinales como de los sistemas urinario, sanguíneo y nervioso.
Sin embargo, lo más novedoso del estudio fue la comparación que establecieron entre las esponjas lavadas con lavandina, con jabón o en el lavavajillas y aquellas que no habían pasado por la limpieza. «Los resultados demuestran que las esponjas desinfectadas regularmente contienen más bacterias que las limpias«, sostuvieron los investigadores.
Entonces no es muy difícil de entender la conclusión a las cual llegaron: lavar la esponja traería el efecto opuesto -o sea- más bacterias. Una de las explicaciones que esbozaron los expertos fue que los patógenos más perjudiciales son también los más resistentes y de inmediato reconquistan las áreas que otros microbios más débiles dejaron después de la lavandina.
¿Pero nada de nada limpia las esponjas de cocina?
Aparentemente, la mejor opción es preparar una mezcla de nueve partes de agua y una de cloro. Siempre con guantes puestos, se vierte la solución sobre la esponja y se la deja entre 10 y 30 segundos para después escurrirla y quitarle el líquido. Dejar secar. Ni vinagre, ni microondas ni nada más es suficiente o seguro.
¿Te convence esta solución? A mi no. Parece que lo único seguro es no tener la misma esponja más allá de un mes. Y parece que es lo que vamos a empezar a hacer en esta casa.
Fuente | Infobae
Muy interesante el articulo. Como lo mencionas arriba hay mucha gente que no, le da la menor importancia a las esponjas sin saber la cantidad de bacterias que se acumulan en ellas. Mi costumbre es cambiarla cada 15 dias. Es mejor prevenir que lamentar. Saludos!
Hoy precisamente me peguntaba si mi recambio mensual sería suficiente!!!
Yo la cambio cada dos semanas y siempre la meto en agua con cloro, lo malo es que no importa que tan buena o cara sea la esponja el cloro la termina deshaciendo. Y los trapos igual, en eso soy muy maniática jajaja