Luego de visitar el Acuario de Veracruz, seguimos recorriendo el lugar y entramos al Museo de Ripley.
El Museo de Ripley exhibe una de las mayores colecciones de objetos extraños y poco comunes, provenientes de los lugares que exploró el coleccionista y caricaturista estadounidense Robert L. Ripley.
Las niñas lo recorrieron muy animadas y esta es una de las fotos más divertidas que les tomé. Se rieron mucho al ver el resultado final!
Este museo tiene varias sedes internacionales, siendo una de las más modernas, la de Veracruz. En su interior se pueden admirar asombrosos objetos como un circo miniatura, una colección de joyas, una pareja de reyes de la fertilidad y divertidos interactivos como una cama de clavos.
Pero en el sector donde Maia se divirtió más, fue en la parte en donde pudo bailar los sonidos que salían de una maquinola loca.
Por supuesto que los 4 nos asombramos con la representación del hombre más alto. Maia se sintió intimidada. Y nos asombró demasiado la imagen del hombre sin piernas, quien triunfó presentándose en diferentes circos de su época.
El Museo de Ripley tiene un precio accesible y un horario amplio para que la familia completa lo visite, aunque yo no lo recomendaría para menores de 6 años, porque es muy probable que se aburran. Se recorre en menos de una hora y cada atractivo tiene su cartel con una explicación y muchas de las atracciones son interactivas… no le tengan miedo a la cama de clavos!
Es un lugar ideal para pasar un momento curioso y traer unas cuantas y divertidas fotos para el recuerdo!
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