El 2 de febrero fui con médico de cabecera al que solemos recurrir. Hago una consulta oftalmológica, no me dice lo que yo quería escuchar (eso es para otro post) pero me da varios consejos y unas gotas para aliviar mi molestia.
Y mientras la consulta se desvía hacia otros temas, me pregunta por mis niñas. Por un momento enmudezco.
Muy bien, gracias. A la mayor, ayer la inscribí en la Secundaria.
El doctor se asombra y suelta un Ya en la Secundaria? Cómo pasa el tiempo!
Le comenté brevemente que tenía escandalizados a todos mis contactos, que la conocen desde tan pequeña y se asombran de como pasa el tiempo. Igual que el doctor. Igual que yo.
Así es. Mi flaca, alta y hermosa, está inscrita en la secundaria. En la misma que cursó su papá. La misma a la que fue mi cuñada. Cerca de su escuela actual.
Tengo muchas dudas e inseguridades que van desde las académicas hasta la personales, pasando por su seguridad personal e integridad. Y si estás por pasar por una situación similar a la nuestra, tendrás dudas bastante similares a las mías.
Porque Sofía saldrá de su zona de confort, volverá a ser de las «menores» del grupo, teniendo en cuenta que delante de ella van los de 2do. de secundaria y los de 3ero. Y si bien muchísimos de sus compañeros de salón irán a la misma secundaria y al mismo turno, son 6 salones en donde terminaran repartidos. Y aunque estén en el mismo salón, se irán armando nuevos grupos.
Y las presiones empezarán: que si lo que pones en tu cuenta de Facebook, que si tienes novio, que si no te dejan ir al cine, que si la ropa que usas… y sé que hay muchas cosas que le puedo anticipar, pero muchas otras, tendrá que aprender ella sola. Y no siempre será por las buenas.
Así que para bajar (o aumentar!) mi ansiedad, estoy leyendo sobre el desarrollo a los 12 años. No el obvio desarrollo de la adolescencia, el que más me interesa, es el desarrollo mental. Y si estás en las mismas, esta información te puede orientar:
– La mente infantil cambia progresiva pero firmemente a partir de los 11 años.
– La corteza prefrontal (responsable del control de los impulsos, el pensamiento crítico y la evaluación de las emociones de otras personas, entre otras cosas) se toma un «break» durante los años de adolescencia y virtualmente, desaparece. Y como con sus vacaciones queda ese puesto vacante, la amígdala, o el centro emocional del cerebro se hace cargo de la toma de decisiones. Y ustedes estarán de acuerdo con esto si meditan dos segundos en lo dramático e impulsivo que puede ser una criatura a partir de los 11/12 años.
– Es momento de grandes odios y de grandes lealtades: no se imaginarán la vida sin su nueva gran amiga o su odio será tangible para ese «grupito» de compañeras que se creen muy «especiales». Entre varones es muy común que prefieran meterse todos en un lío, a señalar a un «culpable».
– Esta corteza prefrontal bella durmiente y la amígdala activa, ayudan a tu pequeño tesoro a empezar a tomar decisiones adultas en medio del caos hormonal. Y por mucho que nos quejemos de esta etapa, es necesaria para que tu polluelo quiera volar luego del nido para iniciar su vida adulta. Si la corteza prefrontal nunca se fuera de vacaciones, tu peque no sentiría la necesidad de dejar el nido materno, que le da todo lo que necesita para subsistir.
Y ahora caigo en cuenta: creo que los Millennials nunca tuvieron una corteza prefrontal dormida ajajajajaja.
– Si no criaste a tus hijos con límites y amor durante su infancia y pre adolescencia, que crees? Es bastante tarde es para imponerlos ahora. Y si bien es fácil pensar que es una época para poner cientos de restricciones y así evitarle peligros y malas decisiones, lo cierto es que estarías en un error. Hay que explicar y mostrarle los riesgos o errores, ya sean supuestos o con tus propias experiencias y preguntarle comos e sentiría a verse cometiendo un error. Y por muy difícil que se sienta, empezar a soltar un poco la soga.
– Niños que practican deportes o actividades extracurriculares son menos propensos a meterse en líos. no por falta de tiempo o cansancio si no que (por sus actividades) están acostumbrados a calcular riesgos y beneficios y así es como pueden llegar a evitar cualquier situación riesgosa.
– Los cambios vendrán de todas maneras, no importa la educación que les hayas dado: empezarán a amar el color negro o el reggaeton o el cabello morado o amistades dispares o youtubers que hablan de cosas que jamás entenderás. Pero es su adolescencia, tal y como nosotros la vivimos y mientras no haya un peligro certero y real en su camino, permítele ir descubriendo sus propios gustos.
Y? Estás más traumada ahora que al inicio del post? Espero que no demasiado, porque esta etapa está llegando y hay que acompañarles!
NO quiero asustarte mucho, pero conforme más crecen, tu preocupación irá en aumento exponencialmente.
Besos.
JAAJAJAJAJA lo sospeché desde el principio!!!! <3