Tengo unos cuantos minutos viendo a Maia hacer su tarea del kinder. Lleva unos 10 minutos iluminando figuras, practicando trazos en los números que su maestra de inglés le dejó en la libreta y ahora empieza a buscar sus tijeras para decorar una estrella enorme, dibujada por su otra maestra.
En este momento trabaja segura, aunque me llevó un rato de rodeos y negación empezar:
– Maia, vamos a hacer la tarea.
– No!
– Maia, porfas…
– No puedo
Ese «no puedo» es muchas veces un «no quiero». Entonces, con mucha paciencia (ya la he perdido alguna vez y es sumamente contraproducente) la acerco a la mesa con un «vamos, tu puedes!» y con eso consigo sentarla. Con otras palabras de ánimo abrimos las libretas, el estuche con sus colores y le doy las mínimas indicaciones necesarias y Maia ya estará trabajando.
Si, hay momentos de ansiedad o de profunda negación pero vamos, es lo que me suele pasar a mi cuando la alarma suena a las 6 de la mañana… y si yo, grandota como estoy, hago berrinche y me entrego al abismo de la negación, ¿cómo no entender a mi propia hija?
Y es que el camino de tareas y obligaciones hay que empezarlo ahora, para que adquiera un buen hábito que le simplifique el estudio más adelante. Manejar la ansiedad de tu peque no debe ser complicado, aquí los tips que nos resultan en casa:
– Anticipar la hora de la tarea: Frases tales como «vamos a comer y luego, hacemos la tarea», «terminas esa película y empezamos la tarea» ayudan a los pequeños a anticiparse a lo inevitable y a saber lo que les tocará luego. Sacarlo sin más ni más de un juego o capítulo entretenido, solo lo fastidiará y no hay peor cosa que sentarse a hacer tareas enojado.
– Mantener las expectativas maternas/paternas al mínimo: nos esperemos que las criaturas resuelvan cada tarea a la perfección al primer intento. Los humanos también aprendemos por conductas repetitivas y hay que adquirir el hábito, y luego aplicar la suficiente atención para que estén trabajando por su cuenta. Trazar es sencillo para nosotros, pero puede ser un verdadero desafío para los más peques.
– Cansado, nadie trabaja bien: ni siquiera un adulto! Dale chance de descansar o si es un pequeño de primaria con más carga de tareas, permitir breves interludios que lo distraigan y le hagan recargar las baterías.
– Tu actitud: La actitud «sargento de caballería» pasó de moda hace años y una actitud compresiva pero firme, ayuda más.
Y aunque hagan la tarea solos, siéntate con ellos mientras revisas tus cuentas, tu email o una revista. Sentirse acompañado es una sensación maravillosa… aunque solo se esté haciendo la tarea.
Espero que mis ideas y practicas te sean de utilidad y si así fue, espero tu comentario.
Mi nena tiene la edad de la tuya y yo veo que le dejan demasiada tarea, o es terrible ?
Si, es terrible, ya desde el nacimiento los hacen odiar la escuela…