Siempre hice gala de mi buena memoria. Para estudiar no, para cosas que no sirven de mucho.
Trabajando, recordaba las cosas más ridículas. Pero me solían consultar como quien agarraba la Espasa-Calpe y hojeaba hasta encontrar lo que buscaba.
A veces, hasta recordaba la ropa que traíamos puesta el día por el cual me consultaban.
Todo eso cambió -bastante, casi mucho- con el nacimiento de Sofia. Empece a olvidar algunas cosas, algo de la lista mental del súper, algún impuesto a pagar, etc.
Con el paso de los 5 años hasta volver a quedar embarazada me dí cuenta de que si bien el asunto no empeoraba, tampoco mejoraba.
Ahora me siento un poco intranquila porque el «síndrome» está regresando, con el agravante de que olvido detalles sobre los encargos que le hacen a Sofi en el kinder. Si, voy a tener que tragarme el orgullo y empezar a anotar las cosas.
Rayos !!!! La maternidad traía estas cosas? Madre Santa…
Jajaja… el precio por tener a nuestros bebés hermosos… yo ya olvidaba cosas, pero ahora más! lo atribuyo a que duermo menos, tengo más cosas qué hacer, mi concentración se desvía por ese cachetón hermoso que me espera en casa.
Si Bere, no me preocupo mas por el tema!!